Del disgusto que tenía

Hace como un mes o mes y medio, tan entretenido que andaba yo con el curro que no se me ocurrió otra cosa que ponerme a jugar con las plantillas del blog, mover cosas de sitio, cambiar colores, como diría mi exprofesor de estadística, mariconeo de pantalla, pues bien una vez hecho esto se me olvido volver a poner el código que hace que googleanalitycs pueda contar las visitas del blog.
Total que desde esa fecha y según las estadísticas de google el blog había tenido un numero total de visitas que no era ni numero ni nada, un cerote como los que sacaba en clase de Euskera. El gráfico era como un encefalograma plano, ni House podía resucitar a este muerto.
Pero un día apareció un comentario !!! Aleluya !! si tengo un comentario es que tengo visitas !! pero no, la web del Sr. Google seguía diciendo que mi blog tenia el mismo éxito que el segundo disco de Bustamante.
Pensando un poco llegue a una conclusión facilita para empezar, y la cogí como axioma, si hay comentarios e que hay visitas. Entonces solo podían ser dos cosas:

A> Yo soy un gañán y no soy capaz de copy/paste tres miserables lineas de texto
B> Un empresa con miles de empleados y que da servicio a millones de personas la tenia tomada conmigo y me se quería quedar con toda mi autoestima.

Aplicando el principio de la navaja de Occam el asunto estaba claro ...