Mal, muy mal o muy mala mente, como prefieran, hoy ha sido el primer día que vengo en coche a trabajar, la primera vez que en un día laborable me sumerjo en el trafico belga en hora punta, sin GPS, como un valiente, gracias a Ala he llegado a mi destino sano y salvo, pero reconozco haber pasado momentos de tensión.
Los belgas en general (hombres y mujeres) conducen como una mujer española de unos 105 años, con problemas de visión, sordera y puesta hasta las cejas de pastillas para la tensión. Van despacio, tardan en salir en los semáforos, se quedan en los "cedas" y pitan por cualquier cosa, es verdad que pitan por pitar, que no se enfadan.
Las normas de circulación son las mismas que en España, solo que aquí (como con todo) lo consiguen complicar hasta limites insospechados. La principal diferencia es la prioridad de la derecha, esa norma también existe en España, solo que alguien con sentido común se dedico a señalizar todos los cruces dando preferencia a las vía principales, pues ese señor no paso por Bruselas. Aquí puedes circular por una calle como la Castellana de Madrid que si hay un cruce con una minúscula carretera que viene desde la derecha, pierdes la preferencia, y el conductor belga que se incorpora a la vía principal desde la derecha tiene muy claro que tiene preferencia así que olvidate de que pare, mucho peligro.
También es destacable que estos señores están en primero de rotondas, aquí todo Dios las coge como si fueran mujeres !!! los hombres entenderán a que me refiero ....
Miedo, miedo he pasado en un rotonda, rodeado, a la derecha un autobús (vaya usted a saber si con o sin preferencia) a la izquierda un ciclista, de frente un semáforo en rojo (si, en medio de la rotonda) y yo parado en las vías del tranvía.
Esta tarde me voy a Leuven en coche, así que si no actualizo el blog en tiempo sepan que estaré o perdido o atascado en una rotonda.
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